martes, 30 de octubre de 2012

IV Ofensiva del Ebro Documento nº 102

                         

 DOCUMENTO Nº: 102


MEMORIA: POLÍTICA MILITAR


IV.- OFENSIVA DEL EBRO Y OPERACIONES

EN EL SECTOR DE BALAGUER.

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EL SECRETARIADO DE LA SECCIÓN DEFENSA

DEL C.N. DE LA C.N.T. HACE EN ESTE

ESTUDIO UN BALANCE GENERAL DE DICHAS

OPERACIONES Y UNA CRÍTICA CONCIENZUDA

DE LAS MISMAS.

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AGRUPACION DE EJERCITOS DE LA ZONA CATALANA.



             OFENSIVA DEL EBRO DURANTE LOS MESES DE JULIO Y AGOSTO DE 1938.



                                                  OBJETIVOS DE LA OPERACIÓN.

La operación llevada a cabo por iniciativa propia, en el Sector del Ebro, durante la segunda quincena del pasado mes de Julio, ha surtido el efecto de provocar la paralización de la ofensiva enemiga sobre Valencia y su Región.

Este era, en parte, el propósito del Mando. Pero no era solo la acelerada marcha del Ejército invasor sobre Sagunto y Valencia, la que había que evitar con nuestra ofensiva del Ebro. Con estudiadas y audaces maniobras, el Ejército de Levante podía detener la ofensiva enemiga de una manera eficaz, resolviendo a la vez otro problema primordial y de infinita gravedad. La reorganización y descanso de las unidades componentes del Ejército de Levante.

Era pues necesario descongestionar el frente enemigo de Levante, llevando a cabo una operación de gran base y profundidad, en un frente alejado del referido, obligando al enemigo a efectuar traslados de tropas de choque y material pesado que operaban en Levante.

Estudiada y llevada a cabo la operación del Ebro, se consiguieron los resultados deseados. A los cuatro días de su iniciación, las fuerzas de choque y de asalto compuestas por moros y italianos; la masa de tanques, artillería y aviación de maniobra que machacaban diariamente a los defensores de Viver, Segorbe, Sagunto y Valencia, eran trasladadas con toda rapidez al Sector del Ebro, donde continúan hasta la fecha.

En los Centros Oficiales, medios militares y en la prensa, se ha glosado el brillante resultado de la operación, remarcando la contención de la marcha forzada del enemigo sobre Valencia.

Es muy natural que la prensa elogie la operación del Ebro, pero no es de mucha liberalidad que en los Centros Oficiales y medios militares se glose de la misma manera, como obedeciendo a una consigna una operación que, a pesar de su éxito, ha constituido un verdadero fracaso de los tenientes militares.

Además del objetivo logrado, existía uno principal detallado en la orden de operaciones del Ejercito del Ebro correspondiente a la realizada: Después de cruzar el Ebro y roto el frente enemigo, debía alcanzarse una línea jalonada por los siguientes puntos: Mequinenza-carretera de Maella a Fraga-Favara-Calaceite-Horta de San Juan, enlace con el Ebro.

ESTUDIO DE LA OPERACIÓN.

Iniciada la operación, se observo inmediatamente que el enemigo desconocía nuestros propósitos. El paso del rio se llevo a cabo sin bajas y el avance en su primera fase del ataque se realizo según las previsiones del Mando. Nuestros pontoneros y zapadores dieron muestra de su gran perfeccionamiento en la especialidad asignada, tendiendo con insospechada rapidez los puentes por donde tenía que cruzar el Ebro todo el material pesado, víveres e impedimenta del Cuerpo de Ejército de maniobra.

Cuando nuestras fuerzas tuvieron los primeros choques con el enemigo, en la Sierra de Fatarella y Venta de Camposines, ya había cruzado el Ebro toda la fuerza de Infantería y la mayor parte del material pesado quedando en la antigua línea y en espera de órdenes, las fuerzas de Caballería que tenían como objetivo misiones de limpieza de la zona de operaciones y ocupación del pueblo y zona de Pobla de Masaluca. Pero surgió una grave imprevisión del mando; el enemigo, constatando que a pesar de sus intensos bombardeos sobre los puentes las fuerzas propias continuaban atravesando el rio, recurrió a los embalses de Talarn (Tremp) y Camarasa provocando una crecida de unos dos metros en rio Ebro, que ocasiono la destrucción de todos los puentes y pasarelas.

Esta imprevisión fue la causa de que durante cuarenta y ocho horas nuestras fuerzas no recibieron con regularidad los víveres y municiones necesarias para el desarrollo de la operación. Aproximadamente, la mitad del material pesado asignado a la misma y las fuerzas de Caballería, no pudieron actuar por la misma causa.

Con todas estas dificultades era difícil que la infantería, sin el debido apoyo de la artillería y tanques pesados, agravada por la carencia absoluta de la aviación propia, pudiese conseguir los objetivos señalados.

A pesar de todas las fallas y dificultades expuestas, si el Mando hubiese maniobrado con más facilidad y audacia, cosa factible teniendo en cuenta la elevada moral de la tropa, se hubiesen logrado y quizás mejorado los objetivos principales señalados en la orden de operaciones del Ejercito del Ebro. Pero nuestros Mandos aun no interpretan con exactitud la idea de maniobra. Tenemos el ejemplo en Gandesa, Bot, Villalba de los Arcos y Pobla de Masaluca, en cuyas inmediaciones queda jalonada la actual línea enemiga.

Gandesa, eje vital de este sistema defensivo por encontrarse sobre la única ruta principal de nuestra dirección de ataque, no fue ocupada por nuestras fuerzas por no saber llevarse con visión y audacia la maniobra de envolvimiento. En vez de iniciar la maniobra por el Norte donde estábamos situados en la zona de Tosals y Valle de Valdecanalles, en un terreno de suaves ondulaciones, donde sin obstáculos naturales se podía proseguir a establecer una línea en las Sierras de Botja y Pesells, asegurando el corte de Alcolea del Pinar a Tarragona con la de Escatron a Gandesa, se inició la maniobra por el Sur con la misión principal de ocupar la Sierra de Pandols y descolgarse sobre Bot para amenazar el cruce de las carreteras anteriormente expuesto.

No se podía planear una maniobra más disparatada, si se tiene en cuenta la importancia que para nosotros tenia la conquista de Gandesa, eje del triángulo defensivo Gandesa-Villalba de los Arcos-Bot.

Para la ocupación de la Sierra de Pandols, nuestras fuerzas situadas en Sierra de Caballas, tuvieron que iniciar la maniobra siempre desde un plano inferior al ocupado por el enemigo, que a su vez y adivinando nuestro propósito, puso el máximo empeño en la defensa de las posiciones que para el eran garantía de que la zona de Gandesa pudiera recibir los esfuerzos necesarios. Los combates fueron encarnizados, hasta lograr desalojar al enemigo de la Sierra, pero no de un sistema defensivo que rápidamente organizó frente a Gandesa, y que hasta la fecha no ha podido ser neutralizado y conquistado por nuestras fuerzas.

Si a la audaz maniobra que debía haberse realizado por el Norte, hubiese respondido una no menos enérgica por el Sur, que saliendo de Pinell siguiese en dirección a Bot aprovechando el curso del rio Canaletas y después de rebasar el citado pueblo, estableciese enlace en la Sierra de Pessell con la columna procedente del Norte, nos hubiésemos encontrado con el halagüeño resultado de haber encerrado en una bolsa el pueblo de Gandesa y el de Bot, los Macizos de Sierra de Pandols y Puig Caballé y asegurando el corte de las carreteras de la Alcolea del Pinar a Tarragona y la de Beceite a Gandesa.

Con el éxito de esta maniobra no era difícil establecernos, cuando menos en la línea del rio Algas ya que aprovechando la sorpresa era posible continuar con éxito en las direcciones de Calaceite, en nuestra marcha general de ataque y sobre Batea para forzar el repliegue del enemigo establecido en la línea de Villalba de los Arcos-Pobla de Masaluca.

La maniobra se realizó de una manera falta de visión táctica lo cual nos obliga en la actualidad, después de quedar estacionados en nuestro avance, a encajar los fuertes contraataques enemigos con tendencia a desalojarnos de la Sierra de Pandols para su más efectiva defensa de Gandesa.

Con la operación principal detallada anteriormente, se llevó a cabo una de conjunto en el Sector de Fayon-Mequinenza, que tenía como misión principal el progresar en dirección al cruce de caminos de Fayon por la carretera de Maella a Fraga, maniobrar sobre Nonaspe y Favara para terminar amenazando a Maella.

Al igual que la acción principal, fracaso al emplear el enemigo la crecida del rio como arma defensiva, y no disponerse de puentes de reserva en cantidad suficiente para facilitar el paso de material, logrando solamente ocupar el Alto de Auts, cruce del camino de Fayon con la carretera de Maella a Fraga y Pueblo de Fayon.

En esta como en la operación principal, el mando dio muestras de una incapacidad manifiesta, pues no estudió el problema de una probable evacuación de la zona ocupada, que por la poca profundidad del avance no ofrecía garantías de establecer una segunda línea. Cuando el enemigo contraatacó se tuvo que hacer el repliegue a la línea anterior de una manera desordenada, que nos ocasionó la perdida de muchos hombres y material, debido a la falta de un profundo estudio y de una natural y justa reserva de puentes y pasarelas.

CONCLUSIÓN.

Precisa de una manera urgente hacer comprender a los mandos superiores que una vez roto y desorganizado el dispositivo enemigo, según la audacia del jefe será más o menos factible una penetración profunda en la zona activa del enemigo, que amenace sus centros vitales situados a retaguardia de la primera línea, como son: Puestos de Mando, Depósitos de Víveres, y Municiones, Artillería, Reservas, Cruces de caminos y carreteras, etc.

La experiencia nos ha demostrado que la moral de la fuerza decae en grado superlativo cuando cunde la noticia de que tiene cortada la retirada. Es pues, en este sentido hacia donde deben dirigirse todos los estudios y esfuerzos de los Mandos y Estados Mayores propios.

En nuestra operación del Ebro y su primera fase se logró bastante en este sentido sobre todo teniendo en cuenta que no se había previsto que el enemigo podía usar un arma tan decisiva como fue la crecida del rio Ebro, que imposibilitó poner en acción los escasos medios asignados para una ofensiva de gran estilo. Una demostración de la poca previsión del Mando, es el que no se había acumulado ni una décima parte del material de reserva necesario para contrarrestar la acción enemiga procediendo el tendido de nuevos puentes.

Debe destacarse que aun en el supuesto de que el enemigo no hubiese empleado este medio, la reserva de puentes y fuerzas especializadas debía ser mucho mayor, pues ante la sorpresa del enemigo se podido haber tendido un mayor número de puentes sobre el rio, con lo cual quizás no hubiese sido necesario el lamentar la falta de material de combate en la zona de operaciones.

La aviación propia, que como en otras muchas ocasiones, no empezó a actuar hasta unos días después de iniciada la ofensiva, lo hizo con su característico plan de permanecer en el aire con intervalos tan pequeños de tiempo, que no permitían un eficaz enlace con la infantería y la artillería. Hay que comprender que a pesar de que a las unidades operantes se les dotó de bastante material antiaéreo moderno, este no cuenta con la suficiente masa de fuego para contrarrestar la acción casi continua de los 200 aparatos enemigos que constantemente han estado actuando en este sector.

Debe estudiarse la manera para que ya que no contamos con una fuerza y material suficiente para oponer una masa de aparatos que neutralice al enemigo se organicen patrullas de caza y asalto propias que con su acción continua protejan a nuestras fuerzas del ataque de los grandes aparatos de bombardeo.

Desde hace unos días, el enemigo viene llevando a cabo una serie de tanteos sobre nuestras posiciones al Sur de Gandesa, que unido a las concentraciones de hombres y material que el enemigo viene llevando a cabo en los sectores de Cherta y Prat de Compte, a base de fuerzas moras, navarras o italianas, hace suponer un próximo ataque sobre nuestras posiciones para desalojarnos del terreno conquistado y obligarnos a establecer nuestra defensiva en la anterior línea de la orilla izquierda del Ebro.

A pesar de que por informes obtenidos se conoce la existencia de eficaces segundas líneas en el sector del Ebro, es urgente hacer un estudio de las direcciones de flanqueo que podría emplear el enemigo en sus maniobras.

Las fortificaciones situadas en las direcciones Gandesa-Corbera-Ascó y Pinell-Mirabet-Mora de Ebro, deben prepararse de una manera acelerada, pero sin perder eficacia, contra los posibles ataques enemigos, teniendo en cuenta el empleo por el enemigo de grandes masas de Artillería y Aviación.

Deben estudiarse además de todas las posibles direcciones de ataques enemigos, las probables de evacuación propia que de una manera escalonada nos permitiese una ordenada retirada de hombres y material de la zona recientemente conquistada, caso de que la presión enemiga fuese tan intensa que nos obligue a ello. No debe repetirse lo de las desastrosas retiradas de la 43 División en el Pirineo y la más reciente de la 42 División en la zona Fayon-Mequinenza.

En la actualidad, debe concederse una especial atención al sector del Ebro, acumulando allí el máximo de material de puentes que pueda disponerse, tanto para poder facilitar nuestro tráfico en la orilla derecha del Ebro, como para hacer frente a todas las eventualidades que puedan sobrevenir.

No solamente es preciso tener en cuenta lo detallado en el párrafo anterior; lo más conveniente e interesante en estos momentos es llevar a cabo una segunda operación de más envergadura que la anterior en el mismo sector. Pues mientras nuestro Ejército amenace con su penetración la provincia de Castellón, el enemigo mantendrá sus mejores fuerzas y material de maniobra en este sector para defender a toda costa la disminución de su actual frente del Mediterráneo.

Con esto lograremos la completa reorganización y fortificación del frente de Levante y dificultaremos la actual acción enemiga en Extremadura.

Operaciones del sector de Balaguer iniciadas a las 4’15 horas del día 9 de Agosto del 1938.

IDEA DE LA MANIOBRA.

La idea del Mando consistía en reducir la cabeza de puente de Balaguer, ocupando este pueblo para entorpecer las comunicaciones de los rebeldes en la zona de Tremp y Alto Valle del Noguera Pallaresa. Por otra parte esta operación podía ocasionar la perturbación del despliegue que el enemigo está llevando a cabo actualmente, en el Ejercito del Ebro.

Las direcciones de ataque señaladas eran las siguientes: atravesar el rio Segre, apoyando al flanco izquierdo en la margen izquierda del rio Noguera Ribagorzana, progresando en el dispositivo enemigo, en la dirección de SE.NO. El flanco derecho del dispositivo de ataque quedaba señalado por las inmediaciones del Km. 19 de la carretera de Lerida a Puigcerdà (SO. de Vallfogona de B.)

Como mínimo, debía ser alcanzada la línea definida por los pueblos de Albosa-Castelló de Farfaña-Gerp y en caso de tener éxito la operación, debía ser explotado rápidamente hasta organizarse defensivamente en la línea de alturas al N. de Alfarras-Algerri-Castelló de Farfaña-Gerp. En esta explotación debía cooperar un Regimiento de Caballería.

Como unidades operantes se señalaron el XVIII Cuerpo de E. con las Divisiones 30, 34 y una Mixta, (dos en línea y una en reserva).

ESTUDIO DE LA OPERACIÓN

Por distintas causas y detalles, la operación pudo considerarse completamente fracasada, poco después de iniciada.

Primeramente, señalada por la noche del día 7 o primeras horas del día 8, se aplazo hasta el día 9 pudiendo el servicio de observación enemigo registrar el anormal movimiento de nuestras fuerzas. Por otra parte, la directiva de la operación se había comunicado el día __ del pasado mes de Julio y al parecer no de una manera muy reservada, ya que permitió en que un capitán propio que se pasó al enemigo días antes de iniciarse nuestra ofensiva, se llevase consigo el plan de la operación. Por si todo esto fuera poco, los dos Batallones de la 34 División que debían iniciar el paso del rio, en lugar de interpretar las directivas del mando, se situaron en la orilla izquierda del mismo, emplazando dos maquinas con las que abrieron nutrido fuego sobre el enemigo situado en la orilla opuesta. Con este hecho dio comienzo el desastre. El enemigo puesto en antecedentes sobre nuestros propósitos, solamente le faltaba el aviso dado por los Batallones de la 34 División para dar el toque de alerta en todo el sector. El contraste entre el pensamiento general del mando de la operación y la realidad fue enorme en estos momentos; pues mientras en el E. N. a pesar de lo expuesto anteriormente sobre el servicio de observación del enemigo y el capitán propio pasado al otro campo, aun confiaba en aprovechar la sorpresa, el enemigo había reforzado con gran cantidad de armas automáticas la orilla izquierda del rio Segre y sobre los vados y pasos obligados del mismo, por donde teníamos que cruzarlo forzosamente.

Así empezó la operación cuto plan había sido perfectamente elaborado, pero que a pesar de su excelente organización preparatoria, los Jefes de las Divisiones y Brigadas no supieron desarrollar la idea general de la maniobra. La actuación, en general de todos los mandos, tuvo efecto de una manera confusa. La 34 División que debía ser la primera en atravesar el rio con dos batallones con la misión exclusiva de proteger el paso del resto de las fuerzas, situó a los mismos en la orilla propia del rio, desde la cual abrieron fuego de armas automáticas sobre la orilla opuesta. El enemigo reaccionó con intenso fuego artillero, concentrándolo sobre las fuerzas propias que no habían adoptado las suficientes precauciones para “camuflarse” debidamente.

El efecto moral causado por la respuesta del enemigo, entre nuestros mandos y tropas fue desastroso, teniendo en cuenta las 350 bajas que les ocasionó el cañoneo del enemigo, que durante los meses que cubre este sector ha tenido tiempo suficiente para efectuar una excelente corrección de tiro. Con la confusión que se produjo entre los mandos superiores de la División, mandos medios y las clases, la 34 División con una moral muy rebajada no tomó parte en las operaciones, quedando de reserva.

La 34 División la mandaba el Mayor, procedente de Aviación, Ernesto Navarro, que anteriormente mandó la 31 División (en el cerco de Huesca) y que efectuó el repliegue por Francia (lo más natural y lógico era que lo hubiese efectuado sobre Barbastro-Monzón-Lerida) defendiendo el terreno a la invasión enemiga, siendo destituido entonces al igual que lo ha sido ahora.

Es imposible, para cualquiera que analice las cosas, el comprender que a personas como el Mayor Navarro, sin ninguna garantía demostrada de capacidad militar, se le sitúa en lugares de una responsabilidad, a la que por sus conocimientos no pueden responder.

Según el plan de ataque, la 30 División tenía asignada la misión de atravesar el rio inmediatamente después de haberlo efectuado la 34 División. Al no cumplimentar ésta última el correspondiente apartado de la Orden General de Operaciones del XVIII C. de E., la 30 División se retrasó en sus movimientos y falta de protección necesaria, tampoco pudo atravesar el rio.

El resultado fue que las fuerzas a las que se había asignado el constituir el flanco derecho de la operación y en los que se tenía puesta la confianza en el éxito, no consiguieron situarse a la orilla opuesta del rio, comprometiendo con sus decisiones el desarrollo de toda la operación y sembrando una general desmoralización y confusión desde los mandos de Brigada al C. de E.

Mientras en el flanco derecho ocurría lo detallado anteriormente, en el flanco izquierdo las Brigadas de Carabineros y la 114 Brigada, con el nombre de División Mixta, consiguieron atravesar el rio en la zona de Menargons y después de cortar la carretera de Lérida a Balaguer, se situaron en las inmediaciones del Vértice Garromeu (264 m.), entre Menargons y Torrelameo. A pesar de que conjuntamente con la División Mixta, pasaron el rio 250 jinetes y 16 tanques, el Jefe de la Unidad no supo aprovechar el éxito obtenido en la primera fase parándose en las posiciones logradas por la Infantería.

En este sector se hicieron 37 prisioneros que confirmaron la noticia de que conocían nuestros propósitos por un capitán propio que hacía unos días se había pasado al campo enemigo.

Ante la profusión de órdenes cruzadas, la poca fortuna con que se interpretaron y la pérdida de excelentes ocasiones, transcurrió la jornada del día 9.

En la noche del 9 al 10, el enemigo que no había sufrido ninguna desorganización del dispositivo defensivo, había preparado contraataques que llevó a cabo en el transcurso de la misma y que aumentaron la confusión entre las fuerzas propias.

Al igual que en las operaciones del Ebro, el enemigo desde sus embalses de Talarn (Tremp) y Camarasa, provocó una crecida del rio que destruyó las pocas pasarelas tendidas sobre el mismo.

Esta operación enemiga que cortaba las comunicaciones de la División Mixta con la retaguardia inmediata propia, fue llevada por el enemigo simultáneamente a sus contraataques de frente y flanco, lo que unido al desconcierto de nuestras fuerzas y a las desacertadas medidas del Mando provocó el derrumbamiento total de la División Mixta, Caballería y Tanques, que iniciaron un desordenado repliegue a las antiguas posiciones, a través del rio ahogándose bastantes hombres y gran numero de caballos y jinetes. De los tanques, 12 se quedaron en el rio cubiertos por las aguas.

En estos momentos el desastre había llegado a su máximo grado. Los hombres casi alocados por la idea de retroceder vadeando el rio, habían abandonado todas sus armas en la zona de operación. Había que recuperar el material y a los hombres que habían quedado en la otra orilla y el mando dio la orden.

La 133 Brigada que era la designada para atravesar el rio, pero no cumplimentó la orden, debido a que el enemigo batía con su incesante fuego los pasos obligados y también quizás porqué continuaba el repliegue propio, cosa que podía influir en la moral de la tropa. Pero en vista de que empezaba a amanecer y el desastre crecía en proporciones, el mando pidió un Batallón voluntario alentándose el 2º de la 153 Brigada a las órdenes del Mayor Feliciano Llach.

Empezaba a clarear el día 10, cuando el 2º Batallón de la 153 Brigada con todo orden y muy pocas bajas, cruzó el rio avanzando acto seguido y tomando posiciones que han mantenido con sufrida comprensión del sentido del deber.

Hay que tener en cuenta, que cuando este Batallón atravesó el rio las fuerzas que lo habían hecho con anterioridad, Infantería, Caballería y tanques lo hacían en sentido contrario, completamente desmoralizadas, con gritos de desaliento, casi desnudos y sin armas.

Con su disciplina y aguantando y rechazando los fuertes contraataques enemigos, (en la noche del día 12 rechazaron 6 ataques de fuerzas enemigas de refresco entre las que abundan los moros) este Batallón ha permitido la recuperación de todo el material abandonado, así como la de muchos hombres heridos y enfermos, abandonados durante el repliegue. A pesar de ello, este gesto de autentico heroísmo, ha quedado sumido en el anonimato y silencio más absoluto después de haber sufrido cerca de cuatrocientas bajas, entre las que se encuentran muchos oficiales y el comandante del 2º Batallón.

CONCLUSIÓN

En lo referente a los mandos y a las tropas y material de puentes deben tomarse las mismas medidas que las expuestas en el informe anterior de las operaciones del Ebro.

En cuanto a la aviación propia no puede examinarse a fondo su actuación, pues debido al derrumbamiento del plan general de la operación, su acción ha sido completamente independiente, limitándose a algunos bombardeos de los pueblos en la primera línea de la zona de acción.

El mando del XVIII C. de E., que tenía una fe ciega en el éxito de la operación, desconcertose perdiendo la energía que tanto se necesita en el momento de los reveses y no supo coordinar el esfuerzo general de todas las fuerzas operantes.

Si a pesar de que la operación no podía dar el resultado previsto por el derrumbamiento de las primeras fuerzas que entraron en acción, se hubiese aprovechado el paso del rio por la División Mixta, acumulando allí elementos de Infantería, Caballería y material pesado, se hubiese podido lograr una penetración profunda que habría traído consigo la desorganización total del dispositivo enemigo de aquel sector.

Ante este hecho tantas veces repetido de no saber explotar el éxito obtenido en la primera fase del ataque, insistimos en la urgente necesidad de capacitar a los mandos superiores, demostrándoles las innumerables ventajas de esta táctica.

Por revestir una importancia capital para la seguridad de nuestro frente Pirenaico, recordamos los extremos señalados en nuestro informe del mes de Junio, referentes a la imposibilidad de permanecer en las actuales posiciones en fecha posterior al 15 de Septiembre.

De cuerdos hubiera sido emplear mas fuerzas en las distintas operaciones que se han llevado a cabo para distraer efectivos al enemigo, convirtiéndolas en ofensivas de algún relieve que nos hubieran permitido mantenernos sobre la carretera de Balaguer a Sort, consolidando las posiciones conquistadas en varias ocasiones y que por imprevisión del mando tuvimos que abandonar.

El tiempo apremia. De no emprender rápidamente una ofensiva que nos permita establecer la línea propia 8 KM. al O. de la actual y en sentido de profundidad desde Tremp a Sort, la acción del clima nos obligara a replegarnos sobre la carretera de Lerida-Puigcerdà.

                                          Barcelona, 26 de Agosto de 1938

                                                    POR EL COMITÉ NACIONAL

                                                             Sección Defensa
                                                                                                                                                                                                                                                                                *********************************************